Monteferro

Guía completa para turistas y peregrinos del Camino Portugués por La Costa

Monteferro es una pequeña península rocosa y boscosa situada en la parroquia de Panxón, municipio de Nigrán, en pleno corazón de las Rías Baixas gallegas. Se eleva unos 147 metros sobre el nivel del mar y se adentra aproximadamente 1,5 km en el Atlántico, ocupando más de 100 hectáreas de superficie forestal dominada por pinares y eucaliptos. Su privilegiada ubicación ofrece vistas panorámicas espectaculares de la bahía de Baiona, las islas Estelas y las Islas Cíes, convirtiendo a Monteferro en un destino imprescindible para quienes buscan naturaleza, historia y paisajes costeros únicos en el sur de Galicia. Esta guía optimizada para SEO reúne toda la información necesaria sobre Monteferro: su historia, principales atractivos, cómo llegar, entorno natural, actividades al aire libre y consejos especiales para turistas y peregrinos del Camino de Santiago Portugués por la Costa.

Historia de Monteferro

El nombre «Monteferro» proviene de la unión de monte y ferro («hierro» en gallego), aludiendo a la abundancia de este mineral en el subsuelo de la península. De hecho, se cree que la riqueza en hierro pudo atraer a antiguos pobladores desde épocas remotas. Monteferro tiene vestigios arqueológicos milenarios: en la zona de Punta Gateira (también llamada Punta Mexilloeira) se descubrieron petroglifos prehistóricos de unos 5.000 años de antigüedad. Destacan una veintena de huecos circulares conocidos como molinos naviculares o rupestres (utilizados para moler grano u otros materiales) y varias figuras de huellas de pies descalzos (podomorfos), una rareza en Galicia. Con hasta 21 molinos de mano, Monteferro alberga la mayor concentración de este tipo de petroglifos en toda Galicia, lo que brinda pistas sobre la vida de sus habitantes en la prehistoria.

No solo hay huellas del Neolítico: en la ladera noroeste de Monteferro se hallan restos de un asentamiento romano. Excavaciones realizadas en 1993 sacaron a la luz muros de mampostería con un avanzado sistema de canalización de aguas, materiales de construcción e incluso numerosas piezas de cerámica. Estos indicios sugieren que Monteferro también estuvo habitado en época romana, posiblemente aprovechando su posición estratégica sobre la costa.

Avanzando en el tiempo, la historia contemporánea de Monteferro está marcada por dos construcciones emblemáticas. Por un lado, en la cima se erigió a inicios del siglo XX el gran Monumento a la Marina Universal (también llamado Monumento a los Mártires del Mar), concebido para homenajear a los marineros fallecidos en el mar durante la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, a finales de la década de 1930, tras la Guerra Civil Española, el monte fue fortificado con una batería militar costera (Batería J-3) destinada a defender la ría de Vigo ante un posible ataque durante la Segunda Guerra Mundial. Este cuartel militar de Monteferro, construido en 1940, formó parte del sistema defensivo de las Rías Baixas y llegó a contar con tres cañones de artillería orientados al mar. Cabe mencionar que la carretera de acceso a Monteferro fue construida por prisioneros en un campo de trabajos forzados instalado en la zona durante la posguerra, lo que añade un capítulo oscuro a su historia.

Tras décadas de uso, la batería costera quedó obsoleta y fue abandonada definitivamente en los años 1980. Desde entonces, Monteferro ha pasado de enclave militar a espacio natural y mirador turístico, con iniciativas locales para proteger su entorno de la presión urbanística. Hoy en día, el monte y las cercanas Islas Estelas están reconocidos como Zona Especial de Conservación (ZEC) dentro de la Red Natura 2000, dada su importancia ecológica.

Sitios de interés en Monteferro

A pesar de su reducida superficie, Monteferro atesora numerosos sitios de interés turístico que combinan naturaleza, historia y panorámicas de ensueño. A continuación, destacamos los principales monumentos, miradores y rincones que ningún visitante debería perderse:

Monumento a la Marina Universal

En lo más alto de Monteferro se alza el imponente Monumento a la Marina Universal, un monolito granítico de 25 metros de altura coronado por una gran escultura de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Este monumento centenario, diseñado por el arquitecto vigués Manuel Gómez Román en 1903 e inaugurado en 1924, se concibió como un homenaje a los marinos mercantes y pescadores muertos en el mar. En su base presenta cuatro caras con inscripciones en mármol, entre las que destaca la frase latina «Salve Regina Marium» («Salve, Reina de los Mares») tallada sobre una de ellas.

Por su tamaño y ubicación, el monumento se convirtió en un faro simbólico: era visible desde lejos por los barcos que regresaban de alta mar, dando la bienvenida a los navegantes que entraban en la ría de Vigo. De hecho, su doble función era la de panteón (recordando a los fallecidos) y de hito orientador costero, pues la silueta de la Virgen y la cruz podían divisarse desde muchos puntos de la provincia de Pontevedra. Hoy en día, el denso arbolado de la cima oculta parcialmente las vistas desde la base del monumento, por lo que es necesario acercarse al cercano mirador para apreciar plenamente el paisaje. Aun así, el Monumento a la Marina Universal sigue siendo el símbolo más reconocible de Monteferro y un lugar cargado de significado histórico y espiritual.

Mirador de Monteferro y Rosa de los Vientos

En la cima de Monteferro, junto al monumento, se extiende la zona de mirador y área recreativa, uno de los puntos panorámicos más espectaculares de las Rías Baixas. Desde este Mirador de Monteferro se obtienen vistas de 360º sobre la costa: hacia el sur y oeste se divisa la bocana de la ría de Baiona con el Castillo de Monterreal asomando en la villa de Baiona y el Cabo Silleiro en el horizonte; al noroeste, en días despejados, emergen las siluetas de las Islas Cíes y más cerca las Illas Estelas, situadas justo frente a Monteferro. Hacia el norte y este, la vista abarca las playas de Panxón y Patos, la extensa bahía de Nigrán y la costa que conduce a Vigo. Contemplar el océano Atlántico salpicado de bateas mejilloneras, con el cielo fusionándose con el mar, es una experiencia inolvidable tanto para turistas como para peregrinos.

El mirador cuenta con bancos y una zona de merendero arbolada, ideal para hacer un picnic al aire libre. De hecho, muchos visitantes locales acuden al atardecer con comida y bebida para disfrutar de la puesta de sol, ya que Monteferro ofrece algunos de los mejores atardeceres del Val Miñor. Ese encanto vespertino ha hecho que el lugar sea muy concurrido a última hora de la tarde; eso sí, conviene saber que en verano también es habitual ver grupos de jóvenes haciendo botellón en la zona, especialmente los fines de semana. En cualquier caso, la atmósfera al ocaso es mágica y merece la pena.

Un detalle curioso del mirador es que en el suelo, cerca del borde del acantilado, se encuentra dibujada una pequeña rosa de los vientos. Este modesto mosaico con los puntos cardinales suele aparecer en muchas fotos de Instagram, aunque en persona sorprende por su tamaño reducido. Junto a ella hay un pequeño faro oculto que a simple vista cuesta encontrar: se trata de un antiguo beacon diminuto hoy en desuso, al que los visitantes a veces juegan a buscar. Estos dos elementos –la rosa de los vientos y el mini-faro– añaden un toque de entretenimiento y orientación al paseo por la cumbre de Monteferro.

Batería militar J-3 y cañones históricos

En la ladera noroeste de Monteferro, escondidos entre la maleza y los acantilados, yacen los restos de la antigua batería costera J-3, un recuerdo de la importancia estratégica que tuvo este monte. Este cuartel militar fue instalado en 1939-1940, tras la Guerra Civil, ante el temor del régimen franquista a posibles incursiones navales de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. El complejo incluía varias piezas de artillería antibuque: originalmente tres grandes cañones orientados hacia la ría de Vigo, junto con polvorines, búnkeres, casetas de mando y garitas de vigilancia. Su misión era proteger la entrada de la ría y disuadir cualquier intento de invasión por mar.

Hoy en día, la batería J-3 se encuentra abandonada desde hace décadas, otorgándole al lugar un aire de ruina histórica. Aún es posible ver dos de los cañones originales apuntando mudos al océano (uno de los tres desapareció con el tiempo), así como bunkers semienterrados y edificios en estado derruido. Tanto la caseta de control como las garitas presentan pintadas y signos de vandalismo, lo que junto con la soledad del enclave puede generar una atmósfera sobrecogedora. Recorriendo los caminos internos se distinguen también las bases de hormigón donde se asentaban las torretas y los restos del barracón que albergaba la antena de comunicaciones.

Visitar la batería es como viajar en el tiempo a la época de la posguerra. Existen senderos habilitados para acercarse a esta zona: al subir en coche o a pie por la carretera principal, se puede tomar un desvío a la derecha antes de la cima que conduce directamente a los cañones; alternativamente, desde el monumento cumbre sale un camino descendente que conecta con las instalaciones militares. Se recomienda precaución al explorar estos restos, ya que no están vigilados ni restaurados. Pese a su abandono, la Batería de Monteferro resulta de gran interés histórico-militar, permitiendo imaginar la función defensiva que tuvo el monte. Además, desde las garitas junto a los cañones se obtienen también excelentes vistas costeras, con un ángulo distinto más cercano al nivel del mar.

Petroglifos prehistóricos de Monteferro

En el extremo occidental de la península, cerca de la Punta Gateira (Mexilloeira), los amantes de la arqueología pueden buscar los petroglifos y molinos rupestres de Monteferro. Estos grabados rupestres datan del Neolítico (alrededor de 3000 a.C.) y fueron descubiertos oficialmente en 1993 durante las excavaciones arqueológicas. Conocidos localmente como los Petroglifos de As Penizas o de Penisas Pequenas, consisten en un conjunto de cazoletas y surcos tallados en una roca de 8 m² de superficie, incluyendo hasta 21 morteros o molinos de mano donde se molía grano u otras sustancias. Junto a estos huecos circulares se identifican al menos seis grabados podomorfos, es decir, figuras con forma de pies descalzos, un motivo poco habitual en el arte rupestre gallego.

Este yacimiento prehistórico, situado a escasos metros del acantilado con vista a las Islas Estelas, es uno de los tesoros ocultos de Monteferro. Su localización concreta no está señalizada de forma prominente, por lo que encontrar los petroglifos puede requerir la ayuda de un guía local o seguir alguna ruta de senderismo específica que pase junto a ellos. No obstante, para el visitante interesado, saber de su existencia añade valor cultural al paseo por Monteferro, evocando cómo vivían y qué representaban los antiguos pobladores de la zona hace miles de años. Las teorías apuntan a que estos petroglifos se habrían usado con fines prácticos (moler minerales, quizás oro, o cereales) y posiblemente rituales. Vale la pena asomarse a este rincón arqueológico y contemplar, con la ría de Baiona de fondo, las marcas dejadas por nuestros antepasados en la roca.

Faro de Punta Lameda y el columpio panorámico

Siguiendo los senderos hacia el mar en el flanco sur de Monteferro, se llega a Punta Lameda, un saliente rocoso rodeado de acantilados donde se encuentra un pequeño faro costero. Este faro de Punta Lameda es en realidad una humilde baliza de luz verde, de tamaño muy reducido, cuyo destello guía la navegación local en la boca de la ría. El entorno del faro es un lugar especialmente tranquilo y pintoresco: se sitúa casi al nivel del mar, permitiendo sentir de cerca la brisa marina y el sonido rítmico de las olas batiendo contra las rocas. Desde esta punta, la perspectiva hacia el océano abierto y las islas ofrece una sensación de inmersión en el paisaje, como si uno estuviera mirando desde dentro del agua hacia la costa. Es un rincón perfecto para relajarse, tomar fotografías y apreciar la inmensidad del Atlántico lejos del bullicio.

Muy cerca de Punta Lameda se encuentra uno de los atractivos más populares de Monteferro en tiempos recientes: el famoso columpio de Monteferro. Este columpio rústico, instalado entre dos árboles sobre una cala escondida, se volvió viral en redes sociales en el verano de 2020 por las impresionantes vistas que ofrece al balancearse «en el aire» con las Islas Cíes y el horizonte marino de fondo. La historia detrás del columpio es entrañable: fue construido por unos padres para su hijo llamado Pablo –de ahí que su nombre esté grabado en la tabla– y desde entonces se ha convertido en una atracción improvisada para visitantes de todas las edades.

Lograr encontrarlo tiene su aquel, ya que está un poco oculto. La forma más fácil, según recomiendan quienes lo han buscado, es subir desde el faro de Punta Lameda por un senderito estrecho que lleva directamente hasta el columpio en lo alto de la pequeña cala. Una vez allí, solo queda sentarse, mecerse suavemente y disfrutar de una vista de postal única en Galicia. Conviene señalar que, aunque resistente, el columpio es una estructura casera expuesta a la intemperie; siempre es prudente comprobar su estado antes de usarlo y columpiarse con precaución, especialmente los niños (mejor acompañados por un adulto). Con todo, la experiencia de balancearse sobre el mar con el sol poniéndose tras las Cíes es, sin duda, un recuerdo imborrable de Monteferro.

Furnas marinas y calas escondidas

Los abruptos acantilados que circundan Monteferro esconden pequeñas sorpresas geológicas y playas vírgenes. Por un lado, tenemos las furnas, unas cuevas marinas formadas por la erosión de las olas en la base de los acantilados. Las furnas de Monteferro son visibles desde lo alto en algunos puntos y resultan admirables por sus formas caprichosas moldeadas por el mar. Si el oleaje es fuerte, se puede escuchar el bramido del agua resonando dentro de estas cavidades naturales, un sonido característico de la costa gallega.

Por otro lado, a los pies del monte existen calas recónditas de arena y roca, poco conocidas incluso para muchos locales, que invitan a un baño aislado en plena naturaleza. Antes de iniciar la subida a Monteferro desde Panxón, se encuentran varias de estas pequeñas playas salvajes de gran belleza. Destacan tres: la Playa de Portocelo, la Playa de Area Fofa y la playa de Arribas Brancas (también llamada Rochas Brancas). Esta última es frecuentada ocasionalmente por bañistas nudistas debido a su privacidad. Las tres calas se caracterizan por aguas transparentes y un entorno virgen, enclavadas entre rocas blancas y vegetación costera.

Para acceder a estas calitas hay que descender con cuidado por senderos estrechos desde la carretera perimetral (por ejemplo, el camino de Arribas Brancas baja a la cala homónima a mano izquierda, mientras que Portocelo y Area Fofa quedan a mano derecha). No cuentan con servicios ni socorrismo, por lo que la precaución es importante, pero la recompensa es disfrutar de playas prácticamente ocultas de arena fina y aguas calmas. En días soleados, son auténticos rincones paradisíacos donde sumergirse con tranquilidad. Aunque Monteferro en sí mismo no tiene playas accesibles debido a sus acantilados, estas pequeñas joyas costeras en sus inmediaciones complementan perfectamente la visita, ofreciendo un plan de mar y monte en una misma jornada.

(Nota: Además de estas calas, muy cerca de Monteferro se hallan playas amplias y famosas del Val Miñor, como Playa América y la playa de Patos, en Panxón-Nigrán, por lo que la oferta de baños marinos en la zona es excelente.)

Cómo llegar a Monteferro

Monteferro se encuentra a medio camino entre Baiona y Vigo, asomándose al océano en el extremo oeste del municipio de Nigrán. Llegar hasta allí es relativamente sencillo, ya sea en coche, en transporte público o a pie/bici desde las localidades cercanas:

En coche

Desde Vigo (a unos 18 km) o Baiona (a unos 7 km) se accede por la carretera costera PO-552 hasta Nigrán. En A Ramallosa (límite entre Baiona y Nigrán), se toma el desvío hacia Panxón y se sigue la avenida/playa hacia el oeste. Habrá indicaciones hacia «Monteferro» o «Mirador Monteferro». También es posible venir por la autopista AG-57 (salida Nigrán) y luego continuar hacia Panxón. La carretera asciende hasta la cima del monte.

Aparcamiento: Hay zonas de estacionamiento tanto en la cumbre de Monteferro (junto al monumento y merendero) como al inicio de la subida, en la base del monte. En temporada alta conviene llegar pronto, ya que el aparcamiento es limitado en la cima. La subida final es empinada pero de corta distancia.

En autobús público

Diversas líneas de autobús interurbano conectan Vigo con Baiona pasando por Panxón (Nigrán). Por ejemplo, las líneas M3 (Vigo-Baiona por Panxón) o las numeradas 10, 2A, 2B, 3A tienen parada en Panxón. La parada más cercana a Monteferro es la de «Panxón – Playa de Madorra», que queda a solo 650 m (9 minutos a pie) del inicio de la subida. Desde esa parada, junto a la playa de A Madorra, se puede caminar siguiendo las indicaciones hacia Monteferro. Se recomienda consultar los horarios actualizados, ya que la frecuencia puede ser limitada, especialmente fuera de temporada.

A pie o en bicicleta

Monteferro es accesible andando desde las poblaciones colindantes. Desde Panxón, la distancia hasta la cima es de apenas 1,5 km por carretera (unos 20-30 minutos caminando cuesta arriba). Desde Playa de Patos (lado norte), existe un sendero costero y carretera que rodea el monte y conecta con Panxón, siendo también una ruta agradable (aprox. 2 km hasta el faro de Punta Lameda). Muchos visitantes realizan un recorrido circular combinando ambos lados. La subida a pie es empinada pero corta, y en bici se puede hacer con precaución (pendiente pronunciada). Monteferro no tiene servicio de taxi propio, pero se pueden tomar taxis en Nigrán o Baiona si se prefiere evitar la caminata.

Para los peregrinos del Camino de Santiago (Variante Portuguesa de la Costa), Monteferro se encuentra muy próximo al itinerario oficial entre Baiona y Vigo – más detalles en la sección dedicada más adelante. Básicamente, tras pasar Panxón se puede subir al monte como breve desvío antes de seguir hacia Vigo.

Consejo: Si se planea asistir al atardecer y regresar de noche, llevar linterna o usar la del móvil, ya que el camino de bajada carece de iluminación pública en algunos tramos. Asimismo, atención a la señalización de tráfico al bajar en coche o bici, pues la vía es estrecha y con curvas cerradas.

Fauna y flora de Monteferro

Monteferro es un enclave natural privilegiado donde el bosque atlántico se fusiona con el ecosistema litoral. La mayor parte del monte está cubierta por una densa masa forestal de pinos (Pinus pinaster y otras especies) mezclados con árboles introducidos como eucaliptos y acacias. El sotobosque incluye tojos, helechos y otras plantas típicas del matorral costero gallego, adaptadas al viento salino. Esta vegetación ofrece sombra en los senderos y sirve de hábitat a numerosas especies.

En reconocimiento a su riqueza natural, Monteferro (junto con las Islas Estelas frente a su costa) está declarado Zona Especial de Conservación (ZEC) dentro de la Red Natura 2000. Uno de los motivos principales de esta protección es su importancia para las aves marinas. Durante las migraciones estacionales, se ha llegado a contabilizar el paso de más de 100.000 aves sobre las aguas en torno a Monteferro. Entre las aves pelágicas que se pueden avistar en pleno vuelo o descansando en el mar destacan: pardelas cenicientas, alcatraces atlánticos, paíños europeos, charranes patinegros, negrones comunes, araos y hasta frailecillos atlánticos en algunos inviernos. En los islotes cercanos nidifican colonias de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y de cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), que aprovechan la tranquilidad de los acantilados inaccesibles. También es frecuente ver sobrevolando el monte vencejos (apus) y rapaces diurnas como el ratonero común. Al amanecer o atardecer, los pinos resuenan con los cantos de pequeños pájaros forestales (pinzones, carboneros, petirrojos) que habitan la arboleda.

La fauna terrestre de Monteferro incluye mamíferos de hábitos discretos, como erizos, conejos o incluso algún zorro que baja a veces a las urbanizaciones colindantes. También se observan lagartos y salamandras en zonas húmedas. Pero sin duda el protagonismo animal lo tiene el mar circundante: las aguas limpias que bañan Monteferro albergan una notable biodiversidad marina. En las pozas entre rocas y praderas submarinas cercanas habitan pulpos, erizos de mar, nécoras, mejillones y percebes, además de peces litorales como sargos, maragotas, pintos y lubinas. No es raro que los buceadores locales reporten avistamientos de estrellas de mar, sepias o incluso pequeños caballitos de mar entre las algas (especialmente en las proximidades protegidas de las Islas Cíes). Toda esta vida submarina hace de Monteferro un sitio interesante para practicar snorkel o buceo (cuando las condiciones del mar lo permiten), tal como veremos en la sección de actividades.

En resumen, Monteferro ofrece un pequeño ecosistema costero muy completo: bosque, acantilados, cuevas marinas, islotes y océano abierto, conformando un refugio para la flora y fauna de la Ría de Vigo. Al recorrer sus senderos es importante respetar este entorno frágil: no dejar basura, evitar encender fuego (el riesgo de incendios forestales es alto en verano) y mantener la tranquilidad para no perturbar a las aves nidificantes. De este modo contribuiremos a conservar la riqueza natural de Monteferro para las futuras generaciones.

Actividades deportivas y recreativas

Monteferro es un auténtico paraíso para quienes disfrutan de las actividades al aire libre. Gracias a su relieve y entorno costero, aquí se pueden practicar desde senderismo y ciclismo hasta deportes náuticos como surf o snorkel, pasando por escalada en roca y simples picnics con vistas. A continuación, enumeramos las principales actividades recreativas disponibles en Monteferro y sus alrededores:

Senderismo y rutas panorámicas

El trekking más popular es realizar la ruta circular alrededor de la península de Monteferro, que recorre todos sus puntos de interés en un trayecto de unos 4 km de longitud (desnivel moderado ~150 m). Esta ruta, de dificultad fácil-moderada, puede completarse en unas 2 horas, ideal para una tarde. El itinerario típico parte de la playa de Madorra (Panxón), sube al faro de Punta Lameda, pasa por el columpio y las baterías militares, sube al mirador y monumento en la cima, baja junto a los petroglifos y retorna al punto inicial pasando por las calas de Portocelo/Arribas Brancas. Durante el recorrido se disfrutan miradores naturales hacia la bahía de Baiona, Monte Boi (Baiona), Cabo Silleiro, Islas Estelas, Islas Cíes, e incluso la lejana Isla de Ons y la Ría de Vigo en el horizonte. Es la ruta recomendada para descubrir todos los rincones de Monteferro en una sola visita. El sendero está sin asfaltar en tramos pero claramente marcado. Se aconseja llevar calzado cómodo, agua y cámara de fotos. Para quienes deseen algo más breve, también existe un corto paseo circular de ~1 km en la cima, conectando el monumento, el mirador principal y las ruinas de la batería, apto para todos los públicos.

Ciclismo de montaña o paseo en bici

La misma red de senderos y pistas permite recorrer Monteferro en bicicleta de montaña o híbrida. La zona es popular entre ciclistas locales por sus cuestas pronunciadas y descensos técnicos suaves. La carretera de acceso, de asfalto, también es utilizada por ciclistas de ruta que entrenan subidas cortas y empinadas. Una vez arriba, se puede rodar con precaución por las pistas de tierra que conectan con Patos o rodean el perímetro del monte. La combinación de bici + baño en la playa después de la ruta es un plan muy atractivo en días soleados.

Escalada en roca

Pocos saben que Monteferro cuenta con varias vías de escalada deportiva equipadas en sus paredes graníticas. Concretamente, en las cercanías de Punta Lameda existe una escuela de escalada en pequeños acantilados de granito, con unas 40-50 vías de distintas dificultades y alturas entre 8 y 15 metros. Este lugar de escalada, valorado por la comunidad local, ofrece la experiencia singular de trepar con vistas al mar. Si bien las vías son cortas, la adherencia del granito y el entorno hacen la actividad muy disfrutable. Se recomienda ir acompañados de escaladores experimentados o guías si no se tiene experiencia, y verificar siempre el estado del equipamiento in situ. (Para información detallada sobre las vías, se puede contactar con clubs de escalada de Vigo/Nigrán o consultar guías de escalada de Galicia, donde Monteferro suele aparecer).

Buceo y snorkel

Las aguas que rodean Monteferro son claras y relativamente ricas en vida marina, lo que invita a la exploración subacuática. Hacer snorkel en las calas de Portocelo o Area Fofa en días de mar en calma permite observar peces como maragotas, pulpos escondidos entre las rocas, pequeños crustáceos y jardines de algas ondeantes.

La temperatura del agua en Galicia ronda solo 16-18 °C en verano, por lo que un traje de neopreno fino es recomendable para estancias prolongadas. Para quienes busquen más, en Panxón existe un centro de buceo (scuba) que organiza inmersiones submarinas por la zona de Monteferro e Islas Estelas, donde se pueden ver:

  • Formaciones rocosas submarinas
  • Paredes cubiertas de anémonas
  • Bogavantes y estrellas de mar
  • Congrios o pulpo gigante en su guarida

Importante: Siempre se debe bucear con precaución respecto a las corrientes y respetando la normativa. La vecina Islas Cíes es parque nacional, Monteferro no lo es, pero igualmente no se debe extraer nada del mar. Para el snorkel autónomo, la Playa de Patos (al norte) también ofrece buenas condiciones, especialmente cerca de las rocas de su extremo occidental.

Surf y deportes de tabla

Justo al norte de Monteferro se extiende la playa de Patos, de fama internacional entre surfistas. La denominada «izquierda de Monteferro» es una de las olas más clásicas de la ría de Vigo, conocida por su calidad y longitud cuando hay marejadas del oeste.

Esta ola rompe sobre fondo de roca cerca de Monteferro, produciendo una pared rápida al inicio y luego se alarga ofreciendo secciones maniobrables. Se surfea desde los años 80 y ha sido cuna de multitud de surfistas gallegos.

Además de surf, en Patos y Panxón se puede practicar:

  • Paddle surf (SUP) en días tranquilos
  • Bodyboard
  • Windsurf o kitesurf con vientos favorables

Monteferro actúa como un espectacular telón de fondo y mirador para admirar a los deportistas deslizándose sobre las olas. Los peregrinos o turistas surfistas encontrarán en Patos escuelas de surf y alquiler de material.

Pesca recreativa

La pesca con caña desde rocas es otra actividad tradicional en Monteferro, aunque requiere prudencia por la peligrosidad del oleaje. Pescadores locales se instalan en puntos seguros de los acantilados bajos durante la bajamar intentando capturar:

  • Lubinas
  • Sargos
  • Pulpos

Importante: Es esencial no hacerlo solo y vigilar las mareas. También se puede pescar desde las cercanas playas de Panxón (orilla) o en el puerto de Panxón con mayor seguridad.

Otras actividades

Monteferro es igualmente apto para:

  • Birdwatching (observación de aves marinas, especialmente en migración, con prismáticos)
  • Fotografía de paisaje (escenarios marinos y boscosos, sobre todo al amanecer/atardecer)
  • Meditación o yoga al aire libre aprovechando la tranquilidad
  • Excursiones familiares para enseñar a los niños los cañones «pirata»
  • Picnic en el merendero de la cima bajo los pinos

Las instalaciones son básicas (mesas rústicas de piedra y madera, y papeleras) pero el entorno lo compensa.

Recomendación: Tanto deportistas activos como caminantes ocasionales encuentran en Monteferro una amplia variedad de opciones de ocio. La clave es respetar el medio natural y la señalización, así como llevar el equipo adecuado para cada actividad. Consultar la meteorología marina (viento, oleaje) es importante si se planean deportes acuáticos o escalada.

Monteferro y el Camino de Santiago Portugués por la Costa

Monteferro tiene un significado especial para los peregrinos que recorren el Camino Portugués de la Costa hacia Santiago. Este monte se sitúa aproximadamente en la mitad de la etapa Baiona–Vigo, ofreciendo un desvío panorámico altamente recomendable.

Al salir de Baiona, la ruta jacobea costera continúa hacia A Ramallosa (Nigrán) y desde allí ofrece dos variantes: una interior por Nigrán centro y Coruxo, y otra que sigue pegada a la costa por Panxón y Saiáns (la más bella escénicamente).

Si optan por la senda litoral, los peregrinos pasarán muy cerca de la base de Monteferro, en Panxón. Subir a Monteferro no forma parte obligatoria del Camino, pero muchos peregrinos deciden hacer esa pequeña subida extra como excursión opcional.

Desde la cima, pueden contemplar el camino recorrido (la villa de Baiona a lo lejos) y el que aún les espera (hacia el norte, la silueta urbana de Vigo y las Cíes frente a la ría). Este momento de contemplación permite al peregrino desconectar y meditar en silencio en mitad de la naturaleza.

Monteferro ofrece al peregrino un encuentro con la espiritualidad marinera de Galicia. La enorme estatua de la Virgen del Carmen puede verse como una patrona protectora de quienes emprenden viajes.

En Panxón, al pie de Monteferro, se halla la iglesia del Templo Votivo del Mar, también dedicada a la Virgen marinera. Obra del célebre arquitecto Antonio Palacios (1932-1937), combina estilos gótico y modernista incorporando un antiguo arco visigodo. Esta iglesia representa una ofrenda a todas las gentes del mar.

Consejos prácticos para peregrinos

  • La subida supone desviarse unos pocos kilómetros del Camino (ida y vuelta)
  • Se recomienda dejar las mochilas pesadas en el alojamiento
  • Llevar agua, ya que no hay fuente de agua potable en la cima
  • El ascenso adicional vale la pena por las vistas panorámicas

Sello especial: Pregunta en la Oficina de Turismo de Nigrán (en Panxón) por un sello de recuerdo de tu paso por la zona.

Muchos peregrinos coinciden en que Monteferro fue uno de los momentos destacados de su Camino por la Costa. La visión desde allí ofrece una profunda sensación de gratitud y asombro que armoniza con el espíritu del Camino de Santiago.

Origen del nombre y leyendas

«Monteferro» alude al mineral de hierro. Según la tradición popular, en el monte habría existido una pequeña ermita en honor a San Félix (hoy desaparecida) y marineros realizaban promesas a la Virgen del Carmen antes de salir a faenar.

El Templo Votivo del Mar (Panxón)

A los pies de Monteferro se encuentra la Iglesia de San Juan de Panxón, más conocida como el Templo Votivo del Mar. Diseñada por Antonio Palacios y construida entre 1932 y 1937.

Características arquitectónicas:

  • Combina elementos neogótico y modernista
  • Integra un arco de medio punto del siglo VII (resto visigodo)
  • Interior lleno de simbología marinera y vitrales del mar
  • Dedicada a la Virgen del Carmen

Se sitúa junto al puerto de Panxón, a apenas 5 minutos de la base de Monteferro.

Estado de conservación

Monteferro es un espacio natural sin grandes infraestructuras turísticas. Los senderos no están excesivamente masificados ni explotados.

Servicios disponibles:

  • No hay: Bar, cafetería, baños públicos en la cima
  • Sí hay: Merendero con mesas rústicas, papeleras
  • Baños: Disponibles en la playa de Panxón (base del monte)

Precaución: La zona de la batería militar presenta escombros, hierros oxidados y muros derruidos. Se recomienda extremar la prudencia y abstenerse de explorar con mal tiempo o de noche.

Protección medioambiental

Debido a su gran valor ecológico, Monteferro ha sido objeto de campañas de preservación (plataforma Salvemos Monteferro), evitando construcciones que amenazaban el entorno.

Recomendaciones para visitantes:

  • Respeta los caminos señalizados
  • No enciendas fuego ni uses barbacoas portátiles
  • Llévate tu basura (incluidas colillas)
  • Mantén el lugar limpio y salvaje

Visitas guiadas gratuitas

El Ayuntamiento de Nigrán organiza rutas guiadas gratuitas por Monteferro en verano, especialmente en agosto.

Características de las visitas:

  • Duración: 2 horas aproximadamente
  • Dificultad: Baja-media, ideales para familias
  • Contenido: Explicaciones históricas y naturalísticas
  • Inscripción: oficinaturismo@nigran.org

Enlaces oficiales y recursos útiles

Información turística:

  • Deputación de Pontevedra (Rías Baixas) – Mirador de Monteferro
  • Concello de Nigrán – nigran.org
  • Oficina de Turismo Panxón: +34 986 368 734

Actividades específicas:

  • Senderismo: Rutas en Wikiloc (buscar «Monteferro»)
  • Surf: Galicia Surfing (Turismo.gal)
  • Buceo: Centros locales como Buceo Galicia

Consejos prácticos finales

Equipamiento recomendado:

  • Calzado: Tenis o botas ligeras para caminar
  • Verano: Protección solar (el reflejo del mar aumenta la radiación UV)
  • Invierno: Chaqueta cortavientos e impermeable

Medidas de seguridad:

  • No te acerques demasiado al borde de los acantilados
  • Con niños: Vigilar de cerca en áreas altas y batería militar
  • Evitar: Punta Lameda y las furnas sin protección

Monteferro es un lugar para saborear con calma, para sentarse en sus rocas a contemplar las islas y el infinito del océano. Tómate tu tiempo para empaparte de la paz y la grandeza de este rincón gallego.

¡Buen viaje y buena ruta por Monteferro!

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